EL
MUNDO
28 febrero
2017
Beatriz G. Portalatín
Una investigación señala que uno de los compuestos empleados en
los plásticos libres de BPA también provoca efectos adversos en animales. Los
autores del trabajo señalan que es necesario realizar estudios toxicológicos
sobre los efectos de estos compuestos en humanos antes de sacar conclusiones
definitivas.
Mucho
se ha hablado en los últimos años sobre el bisfenol A
(BPA) y mucha polémica se ha generado al respecto de si este compuesto
utilizado en la fabricación de plásticos tiene o no consecuencias adversas para
la salud. Tanto es así que el año pasado tras la publicación de un informe que
apuntaba a la preocupación sobre los efectos del BPA en el sistema inmunológico
de los fetos y los niños pequeños, la Autoridad Europea para la Seguridad de
los Alimentos formó un grupo de expertos internacionales para revisar y evaluar
nuevas pruebas científicas sobre dichas repercusiones.
Diversas
investigaciones a lo largo de los últimos años han encontrado que la exposición
de del BPA tiene consecuencias negativas en la salud.
"Estudios
en animales han demostrado que el bisfenol A (BPA) es
un disruptor endocrino que puede tener efectos
nocivos en la salud", afirma a EL MUNDO Maribel Casas, investigadora del
Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). En
ISGlobal estudian los efectos potenciales que puede
tener la exposición a BPA durante la época prenatal ya que es el periodo de
mayor susceptibilidad a las exposiciones ambientales. Estos estudios se han
desarrollado dentro del proyecto nacional INMA (Infancia y Medio Ambiente) que
reclutó a 657 embarazadas de la ciudad de Sabadell entre 2004 y 2006. Los
investigadores determinaron las concentraciones de BPA en muestras de orina de
las madres durante el embarazo y vieron que la exposición prenatal a BPA podía
aumentar el riesgo de padecer obesidad y asma en la edad infantil. "Los
efectos en el neurodesarrollo también se han estudiado pero los resultados no
son tan concluyentes", especifica Casas.
Ahora
un nuevo estudio experimental, realizado únicamente en ratones, ha querido ir
más allá. La investigación publicada en la revista 'Nature
Communication' -elaborada por investigadores de la
Universidad de Pekín y de la Universidad de Shenzhen
(ambas en China); y por la Universidad Farmacéutica de Gifu y la Universidad de
Ciencias Médicas de Suzuka (ambas en Japón)- ha
evaluado el fluorine-9-bisfenol
(BHPF), un compuesto utilizado como sustituto del BPA. Este estudio realizado
en animales demuestra que el BHPF puede tener actividad anti-estrogénica. "Este trabajo estudia si el compuesto
BHPF, encargado de sustituir al BPA y presente en los envases llamados
"libres de BPA" por ejemplo, es un compuesto inocuo o puede tener
actividad estrogénica", explica Casas.
Según
apunta Ricardo J. Bosch, de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Alcalá, el estudio ha demostrado que las botellas de plástico libres de BFA
analizadas liberaban BHPF y que este tenía actividad antiestrogénica.
"El
efecto antiestrogénico ha sido demostrado tanto en células como en animales de
experimentación. El útero de estos animales presentaba bajo peso, atrofia del
endometrio y efectos adversos en el embarazo aún a dosis menores de las que se
relacionaron con riesgo en el caso del BPA. Por otra parte, los autores
encontraron también la presencia de BHPF en el plasma del 7% de individuos que
bebían regularmente de botellas de plástico".
Sin
embargo y pese a estos resultados, los autores son cautos a la hora de
presentar sus datos y concluyen que es necesario estudiar la actividad anti-estrogénica de los
compuestos libres de BPA, así como realizar futuros estudios toxicológicos
sobre los efectos del BHPF en humanos.
Para el
profesor Bosch, esta investigación aporta datos muy importantes que enumera en
cuatro puntos: "En primer lugar es que el significado de desarrollar
plásticos libres de BPA, a pesar de su bajo costo de producción, está
claramente relacionado a los numerosos efectos adversos hallados. En segundo
lugar que el nuevo plástico estudiado, el BHPF, lamentablemente, también es un disruptor endocrino en este caso en sentido opuesto al del
BPA; posee efecto antiestrogénico -es decir antagoniza
el efecto de los estrógenos; precisamente por ello -y en tercer lugar- perturba
el embarazo donde los estrógenos son especialmente importantes. Y por último,
aunque el BPA no ha sido aún prohibido, la búsqueda de un plástico inerte y
carente por tanto de efectos adversos parece que no hecho más que
comenzar".
Por
todos estos motivos, Bosch señala a la población que "al igual que en
nuestra cultura actual se intenta cuidar el medio ambiente y prevenir el cambio
climático, así como promover el mantenimiento de la salud por medio del ejercicio
físico reglado y una dieta saludable, sería cuanto menos deseable mantener
nuestro organismo libre de químicos industriales como el BPA". Del mismo
modo, concluye este profesor que es relevante "la no conveniencia de
reutilizar envases plásticos y muy especialmente no calentarlos ni poner
líquidos caliente dado que esta bien demostrado que aumenta la liberación de bisfenoles del plástico".